En estos meses, los alimentos y productos frescos son el aliado imprescindible para sobrevivir a los días de verano tan intensos y calurosos que estamos pasando. Los productos más destacados en estos días son: granizados, horchatas, limonadas, aguas con sabores, tés fríos, frutas frescos o congeladas o los helados para los más antojadizos.

Respecto a los helados, las opciones comerciales suelen estar cargadas de azúcar, grasas y aditivos; así que no son la mejor opción si queremos darnos el capricho a la vez que comer de una forma saludable. Por ello, hoy os traemos unas recetas fáciles, que no os van a costar apenas esfuerzo y sobre todo que son más sanos y baratos que los comerciales.

En nuestras cocinas, podemos hacer dos tipos de helados:

Helados de hielo: Más fáciles, baratos y refrescantes. La mayoría de su contenido es agua, que es lo que le da cuerpo al polo.

Para hacerlos podemos usar ingredientes muy sencillos: zumos caseros, bebidas vegetales, o simplemente agua. Bate la fruta que más te guste con la base líquida y ponerlos en un molde especial de polos o en un recipiente apto para el congelador. Esperar 5 horas y listo! Piensa por ejemplo en los polos de hielo de café o de horchata, entre otros.

Helados de frutas: Estos tipos de helados son los más fáciles y ricos de hacer. Simplemente congelamos la fruta, os trituramos hasta conseguir una textura suave y lo verteremos en un molde especial. Hay que tener en cuenta la fruta a usar, ya que frutas como la piña, el melón o la sandía son muy líquidos mientras que el plátano, es más denso y saldrá un helado de mayor consistencia.

Helados cremosos: Estos helados suelen ser los de más éxito por su textura. Para conseguir esta textura, utilizaremos como base del helado yogurt o leche animal, queso batido, leche o yogur vegetal. A eso le añadiremos la fruta deseada y como toque final podemos añadirle toppings como frutos secos o semillas.

Evita utilizar azúcar en estos helados y si tienes antojo de dulce introduce frutas más dulces como el melocotón, la piña o el plátano.

¡Disfruta del verano comiendo sano y fresquito!